A medida que crecimos, esas interminables noches de verano llenas de juegos llegaron a su fin, ya que se esperaba que asumiéramos más responsabilidades y actuáramos de manera más “adulta.” Aceptamos nuevas reglas sobre cómo comportarnos y qué priorizar. Dejamos de jugar y comenzamos a trabajar.
En El Arte de la Masculinidad, estamos comprometidos con ayudar a los hombres a madurar y dejar de ser niños perpetuos. Pero convertirse en un hombre adulto no debería significar extinguir completamente tu espíritu juvenil y vitalidad. De hecho, un espíritu juvenil es esencial para una vida de diversión, humor y felicidad. Si bien convertirse en un hombre implica dejar atrás algunas cosas de la infancia, el tiempo de juego no debería ser una de ellas.
La Importancia del Juego
La mayoría de los adultos ven el juego como un ensayo general para la adultez, creyendo que, una vez que somos adultos, la necesidad de jugar desaparece. Pero poco del juego infantil se relaciona con experiencias reales de adultos; la mayoría no crecemos para ser Spiderman o un pirata. Los niños juegan simplemente por el placer que les brinda, y resulta que los adultos necesitamos jugar por la misma razón.
Somos la especie más neoténica del planeta, lo que significa que retenemos cualidades inmaduras en la adultez, como la capacidad de imaginar y jugar. Esto nos da una ventaja evolutiva al ser flexibles y adaptables. Estamos diseñados para jugar durante toda nuestra vida. ((http://www.ted.com/index.php/talks/stuart_brown_says_play_is_more_than_fun_it_s_vital.html)) Así que no deberíamos suprimir completamente al niño que llevamos dentro.
El juego mejora nuestra felicidad, fortalece nuestro sistema inmunológico y nos da un sentido de pertenencia y comunidad. Según el Dr. Stuart Brown, director del Instituto Nacional del Juego, el opuesto del juego no es el trabajo, sino la depresión.
El juego también es esencial para mantener relaciones saludables. Según el Instituto Nacional del Juego:
“El juego refresca una relación a largo plazo. Algunos de los signos de su efecto renovador son: humor, disfrute de la novedad, capacidad de compartir una visión ligera de las ironías del mundo, narración mutua de historias, capacidad de imaginar y fantasear abiertamente… Estas interacciones lúdicas, cuando se nutren, producen un clima de conexión fácil y relaciones más profundas y gratificantes.”
¿Qué es el Juego?
El juego es una actividad que se realiza por su propio propósito, exclusivamente por el placer de la experiencia. Según el Dr. Brown, si el propósito de una actividad es más importante que el acto de realizarla, probablemente no sea juego.
Existen 7 tipos de juego:
- Sintonización: Ejemplo: el intercambio emocional entre un padre y su bebé.
- Juego corporal y movimiento: Ejercicio físico, bailar, correr.
- Juego con objetos: Usar cosas como pelotas o herramientas para divertirse.
- Juego social: Juegos en grupo, coqueteo, actividades compartidas.
- Juego imaginativo: Hacer algo que requiera creatividad, como disfrazarse.
- Narración: Contar historias que transporten a un estado lúdico.
- Juego transformador/creativo: Crear cosas nuevas, como inventar, tocar música, o construir algo.
Tarea del Día: ¡Juega!
Aunque jugar puede parecer una frivolidad, en realidad es esencial para nuestra salud y bienestar. Ser un hombre no significa convertirse en un robot rígido. Necesitamos mantener algo de nuestro espíritu juvenil y hacer espacio en nuestra vida para actividades que hacemos simplemente por placer.
Hoy, dedica al menos 30 minutos a jugar. Puede ser algo físico, como un partido de baloncesto, o algo más tranquilo, como construir un avión de papel o jugar un juego de mesa. Aquí algunas ideas:
- Juega a la soga o construye una resortera.
- Camina, anda en bicicleta o sube a los árboles.
- Construye algo con tus manos, como una cometa.
- Haz algo que amabas de niño.
Recuerda, el propósito del juego no debe ser más importante que el placer que te da. Elige algo divertido y disfrútalo. Y aunque hoy la tarea es jugar, deberías intentar hacer del juego una parte integral de tu vida diaria.
¡Ahora ve y juega!
