“Congelar en el tiempo”
Esta podría ser la manera más fácil y a la vez más efectiva de asustar a los que piden dulces. Vístete con un disfraz aterrador y siéntate en el porche tan quieto como una estatua. En tu regazo, coloca un tazón de dulces con una nota que diga: “Lo siento, no estamos en casa. Por favor, toma un solo dulce”. Cuando los niños se acerquen, no sabrán si eres real o falso. ¡Cuando se acerquen al dulce, cobra vida! Gruñe, aúlla, extiende la mano hacia ellos o grita: “¡Te dije que solo tomaras un dulce!” Esta es una manera especialmente buena de darle una lección a los niños que toman grandes puñados de dulces. Mis suegros probaron esta broma el Halloween pasado, con uno disfrazado de bruja y el otro de brujo, y tuvieron un gran éxito.
“Si solo pudiera comerme tu cerebro”
Esta es una variación ligera del método de la estatua. Aquí te vistes de espantapájaros y te sientas desplomado en una silla, tan quieto como sea posible. Luego repites los pasos anteriores. Podrías intentar construirte un soporte para espantapájaros para darle más efecto, aunque me imagino que estar de pie en él durante largos periodos de tiempo sería bastante incómodo. Si quieres llevar el truco del espantapájaros al siguiente nivel, intenta colocar varios espantapájaros realmente falsos (solo consigue algo de paja y rellena ropa) a lo largo del camino. Tú estarás situado en alguna parte de la fila. Después de que los niños tomen sus dulces de tu cómplice y empiecen a alejarse, ¡salta y asústalos!
“¿Te vas tan pronto?”
Simple, económico y aterrador. No hay nada mejor que eso. Consigue una bolsa de hojas gigante de color naranja, del tipo que la gente usa al rastrillar hojas (puedes usar una bolsa de basura gigante negra, pero se verá un poco más sospechosa). Siéntate dentro de la bolsa y rellena el resto con periódicos arrugados o papel de embalaje (puedes usar hojas reales, pero podrías terminar sentado con algunos bichos como compañía). Luego toma otras bolsas de hojas y rellénalas. Coloca las bolsas de hojas a lo largo del camino o en tu césped. Ponte en una bolsa cerca del porche. Los niños pasarán inocentemente por las bolsas falsas, y cuando lleguen a ti, ¡saldrás y los asustarás hasta dejarlos sin sentido!
“Descansa en paz”
Los humanos parecen tener un miedo innato a los ataúdes. Por eso, son el accesorio perfecto para Halloween. Aunque puedas imaginar que construir un ataúd sería caro y difícil, uno se puede hacer solo con espuma, cinta adhesiva y pintura. Después de construir tu ataúd, colócalo en una mesa o en el suelo de tu porche. Desde aquí puedes emplear varias técnicas de susto. Puedes simplemente acostarte en el ataúd con la tapa puesta y aparecer cuando los niños lleguen a la puerta. Para añadir una capa extra de miedo, prueba acostarte en el ataúd con la tapa apoyada. Cúbrete con una sábana negra. Luego cubre la sábana con dulces. Coloca una nota en la tapa que diga: “Por favor, toma un dulce”. Cuando los niños vayan a tomar el botín, ¡siéntate!
“El acosador espeluznante”
Aquí tienes otro método simple y efectivo para asustar a los niños. Vístete como la parca y quédate como una estatua a un lado de tu porche. Después de que los niños tomen los dulces de tu cómplice dentro, simplemente comienza a seguir a los niños fuera del porche, caminando detrás de ellos, extendiendo la mano y gimiendo. Muy aterrador.
“Déjame darte una mano”
¿Recuerdas “Cosa” de la familia Addams? Esto es lo que buscamos. Consigue una caja muy grande, como la de un lavavajillas. Corta las solapas y colócala al revés para que ahora parezca una especie de mesa. Corta un agujero en la “mesa”. Consigue un paño y corta un agujero del mismo tamaño que el de la mesa y colócalo sobre la caja. Ahora toma un cuenco grande y endeble de plástico y córtale un agujero, lo suficientemente grande como para que quepa tu muñeca y mano. Siéntate bajo la mesa con tu mano sobresaliendo por los agujeros. Haz que un cómplice coloque el cuenco sobre tu mano, que ahora sobresale por la mesa, y lo llene de dulces, lo suficiente para cubrir tu mano. ¡Cuando los niños metan la mano en el cuenco, levanta tu mano a través de los dulces!
AAAAAAAH!!!!! ¡Es una caja de pasas!
No hay nada más aterrador para un niño que meter la mano en un cuenco con la esperanza de encontrar un Snickers y sacar una caja de pasas. O esos caramelos de toffee negro y naranja. Me estremezco solo de pensarlo.
Calabaza de Art of Manliness
¿Estás atormentado por jóvenes adolescentes ruidosos que son demasiado mayores para pedir dulces? Coloca esta calabaza afuera para asustar a estos chicos y que hagan lo que más temen: ¡convertirse en hombres!
