Existe una unión fundamental entre el hombre y el fuego. El hombre de las cavernas se beneficiaba de su calor, protección contra animales, iluminación de espacios oscuros y sitio de cocción de los alimentos. Si bien el fuego ya no es vital para la existencia de los hombres, todavía posee un poder que nos atrae. Las llamas del fuego pueden inspirar leyendas e historias, generar discusiones y forjar camaradería entre los hombres que se sientan a su alrededor. Además, no hay nada más romántico que abrazar a tu chica al lado de una cálida fogata. Yo en lo personal, prefiero una cena cocinada de manera masculina en una fogata por encima de la comida de un restaurante 4 estrellas cualquier día. Es por esto que todo hombre debe saber como iniciar un fuego y tener practica al hacerlo.
Crea la cama de tu fogata
Al hacer una fogata, siempre debes recordar que la seguridad va primero. No quieres ser el sujeto que crea un incendio forestal en un parque nacional. Si tu sitio de camping tiene un área designada para la fogata, úsala. Si estas de campamento en un sitio donde no hay áreas para fogata, necesitarás construir una. Escoge un lugar alejado de los arboles, arbustos y otras plantas. La cama de tu fogata debe ser sobre la tierra pura, no sobre la hierba y menos sobre la hierba muerta. Si no puedes encontrar un lugar así, créalo cavando y retirando cualquier material de plantas, especialmente los materiales secos; recuerda que la hierba seca, las ramas y la corteza se encienden fácilmente.
Una vez limpia el área, es hora de hacer la cama. Toma tierra y construye una “plataforma” en el centro del área que despejaste, esta debe tener 6-8 centímetros de grosor.
Hora de recolectar madera
Necesitarás tres tipos básicos de materiales para tu fogata ardiente: Yesca, astillas y leña.
Yesca: Toda buena fogata empieza con una buena yesca. La yesca se enciende rápidamente, pero se consume igual de rápido. Material seco como hojas, corteza, viruta e incluso hongos suaves hacen buena yesca. Si eres un campista inteligente, traerás pelusa para hacer tu propia yesca. La pelusa es importante sobretodo si todo alrededor se encuentra húmedo, la yesca húmeda no se enciende.
Astillas: La yesca se consume rápidamente, entonces necesitarás algo con más enjundia para mantener la llama ardiendo. No puedes usar grandes leños directamente, pues ahogarás tu pequeña llama. Aquí es donde las astillas se hacen útiles. Las astillas usualmente son ramitas y palitos, del grosor aproximado de un lápiz. Al igual que la yesca, las astillas deben ser secas o no se encenderán fácilmente. Si solo tienes es ramas mojadas, intenta pelar la parte húmeda con tu navaja de bolsillo.
Leña: Los leños son el combustible para que tu fogata se mantenga ardiendo. Contrario a la creencia popular, la leña no tiene que ser enorme y pareja como la usada en una chimenea. Si usas leños demasiado grandes, va a tomar mucho tiempo para que se enciendan. Busca ramas que sean tan gruesas como tu muñeca o antebrazo.
Consejos generales: Al recolectar madera para una fogata, busca madera que se quiebre fácilmente. La madera seca se quema mejor. Si tu madera se dobla al intentar quebrarla, está húmeda o “muy verde”. Si tratas de hacer una fogata con esta madera, solo obtendrás mucho humo. A diferencia de la yesca y las astillas, la leña puede estar un poco húmeda. El fuego la secará, aunque no es lo ideal.
Recolecta el doble de yesca, astillas y leña que crees que vas a necesitar. Te sorprenderás como se agotan rápidamente (Sobretodo la yesca y las astillas) cuando enciendes la fogata.
Pon tu fuego
Existen muchas maneras de poner el fuego. Aquí exponemos las tres más comunes.
Estilo Teepee (ó tipi)
1. Coloca un manojo de yesca en la mitad del lugar que escogiste para hacer la fogata.
2. Encima de la fogata, arma un tipi o choza cónica, como la que usan los nativos americanos con astillas. Deja una abertura en el tipi en sentido contrario hacia la dirección en la que sopla el viento, así te asegurarás que tu fuego tenga el aire que necesita y las llamas lleguen a la astilla.
3. Continua agregando astillas al tipi, desde las más pequeñas hasta las que parecen lápices.
4. Arma un tipi más grande alrededor del que ya tenías con la leña.
5. Ubica una mecha debajo de la yesca. Este método dirige la flama hacia arriba, así la flama se eleva hacia la yesca y posteriormente hacia la leña
6. El tipi eventualmente se caerá. En este punto puedes simplemente agregar más leña al fuego.
Estilo colgadizo
1. Clava una astilla larga en el suelo, a un ángulo de 30 grados aproximadamente. La punta de la astilla debe apuntar hacia donde sopla el viento. Esta será la astilla de soporte.
2. Pon un manojo de yesca bajo la astilla de soporte.
3.Pon pequeñas astillas alrededor del nido de yesca que formaste.
4. Coloca dos capas de astillas (Primero pequeñas y luego grandes) alrededor de la astilla de soporte.
5. Enciende la yesca.
Estilo cabina de troncos
1. Comienza creando un pequeño tipi.
2. Haz jugado con troncos Lincoln (ó LEGO en su defecto). Básicamente vas a jugar una versión más grande del juego y quemarla cuando termines tu construcción.
3. Toma pedazos de leña y colócalos a ambos lados del tipi.
4. Busca pequeños pedazos de leña y colócalos sobre los primeros leños que pusiste, paralelos al otro grupo de leños, como lo harías al construir una casa con troncos Lincoln o LEGO.
5. Repite el proceso de colocar pedazos pequeños y cortos encima de los que ya habías colocado, armando una cabaña o una pirámide.
6. Enciéndelo.
Apaga el fuego
Una vez hayas terminado y a menos que quieras romperle el corazón al oso Smokey, debes apagar bien tu fogata. Sigue estos pasos para ahogar las llamas:
Empieza temprano: Apagar una fogata toma más de lo que tu crees. Ten presente cuando vayas a ir a la cama o irte del campamento y empieza a apagar el fuego 20 minutos antes.
Rocía, no riegues: Deberás tener un balde de agua cerca a tu campamento por razones de seguridad. Trata de evitar el impulso de derramar toda el agua sobre la fogata. No querrás inundar el sitio de fogata ya que alguien puede querer usarlo después. Ahórrate problemas y rocía la mayor cantidad de agua que puedas para apagar las brasas y carbones.
Revuelve: A medida que rocías el agua, revuelve el fuego con una vara o una pala. Así aseguras que todas las cenizas se mojen. Cuando no veas vapor u oigas los silbidos de la brasa, sabrás que ya casi extingues por completo el fuego.
Tocar: No le pases la mano a la ceniza a menos que quieras quedar marcado de por vida como el ganado. Pon el dorso de tu mano cerca a la ceniza. Si aún sientes calor, es muy pronto para salir. Sigue rociando agua y revolviendo, tan pronto dejes de sentir calor, habrás terminado de apagar el fuego.
Bota las cenizas: No querrás dejar al siguiente campista una cama llena de cenizas. Además, si tuviste que crear tu propia cama para la fogata, deberás dejar el terreno tal y como lo encontraste. Mete las cenizas en una bolsa y espárcelas alrededor del lugar.
Arregla el sitio: Si hiciste tu propia cama para la fogata, reemplaza la tierra que cavaste.
Todo hombre tiene sus propios secretos para crear fogatas. Cuéntanos la tuya con un comentario a continuación.
Para mayor información de como hacer una fogata sin cerillos, mira nuestra publicación de 9 formas de hacer fuego sin cerillos.
