Cuando se trata de casarse, los hombres tienen dudas por dos razones. Algunos son extremadamente exigentes.
Tienen una lista mental de las características que debería tener su esposa perfecta: atractiva pero no vulgar, inteligente pero no nerd, delgada pero buena cocinera, etc. Desafortunadamente, ninguna mujer real puede cumplir con esa fantasía, y estos hombres permanecen perpetuamente solteros. El segundo tipo de hombre observa los matrimonios fallidos de los demás, particularmente el de sus propios padres, y no se casan por miedo a elegir a la mujer equivocada.
La verdad es que saber si has encontrado a la mujer correcta para casarte no es ciencia espacial. La decisión de casarme con mi esposa fue la más fácil que he tomado en mi vida. Aquí hay cinco pautas que me guiaron para decidir que mi esposa era la indicada para mí:
1. La relación fluye sin problemas desde el principio.
Las mejores relaciones que he visto, incluida la mía, sucedieron de manera completamente natural desde el principio hasta el final. La pareja se conoce, se llevan muy bien, empiezan a salir y luego se casan. Mi esposa y yo nunca tuvimos una temida conversación de “definir la relación” durante nuestro noviazgo. Todo en nuestra relación se sintió como lo más natural del mundo. Nunca rompimos y volvimos a estar juntos. Ni siquiera lo consideramos. En contraste, muchas parejas rompen y vuelven varias veces. Pelean, se reconcilian y vuelven a pelear. No estoy diciendo que los hombres en relaciones volátiles no deban casarse, pero la volatilidad inevitablemente continuará en el matrimonio. Si esa volatilidad es aceptable o no depende de cada hombre y de su sentido de la solidez de esa relación.
2. Se lleva bien con tu familia y amigos.
Ahora bien, puede haber excepciones a esta regla: tu novia y uno de tus amigos o familiares pueden simplemente tener personalidades que chocan. Pero en general, es una señal de alerta si tu novia no se lleva bien con tus seres queridos. Piénsalo: tu familia te crió y te hizo quien eres, y elegiste a tus amigos en función de intereses y valores comunes. Si ella no les cae bien y ellos no le caen bien a ella, entonces podría significar que no estás viendo algo importante sobre tu novia que ellos sí ven. Cuando estás enamorado, a menudo se distorsiona tu visión y juicio. Tus seres queridos tienen una perspectiva externa de la relación. Esto no significa que debas romper con una mujer solo porque a tus amigos y familiares no les agrada. Si estás seguro de tu relación, sigue adelante con confianza. Pero es sabio buscar una opinión honesta de los demás.
3. No hay nada importante que quieras cambiar de ella.
Siempre habrá diferencias y conflictos en una relación. Pero si hay algo realmente significativo en tu novia que desearías que cambiara, entonces esa es una señal de alerta. En las primeras etapas de una relación, cuando tu cerebro está inundado de sustancias químicas del amor, es posible que estés dispuesto a pasar por alto el defecto o incluso encontrarlo extrañamente encantador. Pero después de varios años, cuando las sustancias químicas del amor se hayan calmado, ese defecto puede empezar a irritar tu alma. Recuerda, las personas rara vez cambian, y el matrimonio no hará que ella cambie tampoco. Si hay algo en tu novia que en el fondo sabes que no puedes tolerar, es momento de seguir adelante. Ambos están perdiendo el tiempo.
4. Ella es tu mejor amiga.
La atracción física y la química son obviamente cruciales en cualquier relación. Pero en el núcleo de la relación debe haber una fuerte y profunda amistad. Dentro de cuarenta años, ambos estarán arrugados y con bajo deseo sexual. Lo que mantendrá unido tu matrimonio cuando sean viejos será su amistad. Por lo tanto, si sientes que tu novia es tu mejor amiga en el mundo, hay una muy buena posibilidad de que ella sea la indicada para ti. ¿Quieres pasar todo tu tiempo con ella? ¿Hace que cualquier situación, desde ir a un partido hasta hacer tus impuestos, sea más agradable? ¿Sientes que podrías decirle cualquier cosa y que ella sabe más de ti que nadie en el mundo? ¿Sí? Pues entonces, es una joya.
5. La idea de casarte con ella no te asusta en lo más mínimo.
Si bien la imagen de un hombre temblando de miedo y teniendo dudas la noche antes de su boda puede ser buena para tramas de televisión y películas, la realidad es que cuando te estás casando con “la indicada”, no tendrás miedo en absoluto. Durante todo el periodo de noviazgo y compromiso, hasta la noche antes de mi boda, nunca tuve ni un solo segundo de duda sobre mi inminente boda. Lo único que sentí fue felicidad y una anticipación emocionada. Como todos estos consejos, tu experiencia puede variar en este punto. No estoy diciendo que si estás nervioso no debas casarte. Pero si dudas constantemente sobre si has tomado la decisión correcta, puede que debas hacer una profunda reflexión interna.
En mi boda, mi suegro dijo: “El matrimonio no se trata de encontrar a una persona con la que puedas vivir, sino de encontrar a la persona sin la cual no puedes vivir”. Cuando encuentres a esa mujer, puedes estar seguro de que es la indicada.
