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in: La Vida Varonil

• Last updated: July 11, 2024

Desarrollando Coraje Varonil

 

“La vida se encoje o se expande proporcionalmente al coraje de quien la vive.”

Anais Nin.

El coraje es una virtud que los filósofos han intentado definir por milenios. En “Laques” también conocido como “Sobre la valentía”, Sócrates sostiene un vigoroso dialogo con dos generales ateneos sobre la definición de coraje. Como la mayoría de los diálogos de Sócrates, al final aprendemos  lo que el coraje NO significa. Aristóteles en su obra “Ética a Eudemo”, establece lo que considero es una adecuada definición de coraje. El coraje, de acuerdo con Aristóteles es el punto medio entre el miedo y la imprudencia. Los cobardes se debilitan con el miedo, especialmente antes situaciones que no deberían temer. Los hombres imprudentes toman riesgos innecesarios con exceso de confianza sin pensar en el peligro. El hombre valiente, en cambio busca el balance entre el miedo irracional y comportarse como un temerario imprudente. El hombre valiente teme las cosas a las que se debe temer, pero soporta el miedo con confianza y por la razón correcta. Para Aristóteles, la nobleza y el honor son razones correctas por las que vale la pena ser valiente.

Entonces, nuestra definición de coraje reconoce los miedos racionales, pero sugiere actuar con nobleza a pesar del miedo que se pueda sentir, todo en nombre del honor masculino. Si bien esta es una buena definición de coraje, no me satisface por completo. Siento que esta definición carece de un carácter distintivo que separa a los hombres valientes del resto. Para mi, el coraje es algo que salta a la vista. Cuando veo coraje y valor en acción, me inspira a atreverme a actuar a favor de una causa noble. Los hombres valerosos mueven mi alma, la ayudan a soportar, incluso cuando solo el cinismo y el derrotismo me rodean.

Todo hombre espera tener coraje para soportar las enormes pruebas que le esperan en la vida. Pero antes de poder soportar grandes retos, el hombre debe poner a prueba y perfeccionar su coraje, al menos en las pequeñas decisiones que toma día a día. El Coraje es como un músculo; puede fortalecerse y desarrollarse a través de entrenamiento constante. A continuación discutimos diferentes formas de coraje que todo hombre debería incorporar para desarrollar un corazón valiente y varonil.

Coraje físico

Este tipo de coraje probablemente es el primer pensamiento que se nos ocurre cuando pensamos en esta virtud. Historias de soldados valientes corriendo hacia una colina, con balas zumbando se forjan en nuestra imaginación desde que somos niños. Nos inspiran las historias de oficiales de policía y bomberos que corrieron a las torres gemelas en el 9/11 para rescatar victimas indefensas. Todos esperamos que cuando sea nuestra hora de afrontar una crisis, estemos dispuestos a arriesgar nuestro bienestar físico para salvar nuestra vida y las de los demás.

Cómo desarrollar coraje físico

Obviamente, no puedes planear circunstancias en las que debas mostrar tu coraje físico. Pero lo que si puedes hacer es prepararte para esos momentos. Incluso si tienes un corazón valiente, si no puedes subir unas escaleras sin sentir que te ahogas, no vas a estar a la altura cuando el deber te llame. Es tu deber ponerte en la mejor forma posible. ¿Puedes trepar por una saliente? ¿Puedes nadar una milla? ¿Puedes correr por varios minutos?

Sin embargo, un cuerpo fuerte no es suficiente si deseas tener coraje físico. A continuación citaré a Hallock, uno de los hombres que frecuentan el foro The Art of Manliness en inglés:

“Puedes prepararte tanto como quieras para circunstancias en las que te sientas presionado y desesperado, pero cuando llega la hora de actuar, la fortaleza mental de la mayoría de las personas se rompe mucho antes que su cuerpo. La mente juega un rol mucho más importante en la supervivencia física que a calidad estética de su cuerpo o lo impresionante que sea su peso.”

Entonces, para desarrollar coraje físico, debes aprender a ser disciplinado y entrenar tu mente. Los hombres que han visto combates o que han trabajado en ambientes peligrosos te dirán que la forma de superar el miedo es confiando en tu entrenamiento. Estos hombres pasan meses, incuso años entrenándose para enfrentar situaciones peligrosas. La meta del entrenamiento es conseguir respuestas automáticas. Ellos no necesitan pensar demasiado qué hacer, los pasos ya están grabadas en sus cuerpos y mentes. El entrenamiento además, fortalece la fuerza de voluntad necesaria para afrontar retos.

Incluso si tu profesión no requiere entrenarte para situaciones peligrosas, puedes prepararte para enfrentar retos de carácter físico. Puedes aprender un arte marcial. Puedes aprender a realizar reanimación cardiopulmonar y primeros auxilios. Puedes hacer del ejercicio físico parte de tu rutina diaria; empujarte más allá del dolor de un entrenamiento duro es una excelente manera de construir disciplina. El entrenamiento no debe estar enfocado hacia una situación particular; cualquier reto que te lleve lejos de tu zona de confort y te haga afrontar dolor, incomodidad y miedo forjará tu coraje físico.

Coraje intelectual

Vivimos en una época con incontables nuevos problemas. Si vamos a resolverlos, necesitamos ser hombres con coraje para generar nuevas y audaces ideas, necesitamos tener coraje para soportar las críticas de amigos, familia y colegas. La historia está llena de hombres que han demostrado coraje intelectual. Sócrates dedicó su vida a la búsqueda de la verdad. Sus enseñanzas han influenciado a la gran mayoría de corrientes intelectuales occidentales, pero su búsqueda de la verdad iba en contra de los prejuicios de la época. La gente de Atenas acusó a Sócrates de corromper a los jóvenes. Fue juzgado, condenado y sentenciado a muerte por cicuta. La corte le dio la oportunidad de retractarse de sus enseñanzas a cambio de su vida, pero Sócrates se rehusó. Mostró coraje intelectual en nombre de la verdad, incluso si su vida se encontraba de por medio.

Otros hombres que han demostrado coraje intelectual fueron Galileo, René Descartes, Francis Bacon y Charles Darwin. Estos hombres fueron sometidos a persecución por sus ideas. Sin embargo, tuvieron coraje varonil para soportar la situación.  Gracias a sus pensamientos revolucionaros y la forma en que defendían sus ideales, la sociedad avanzó y mejoró notablemente.

Cómo desarrollar coraje intelectual

Tristemente, muchos hombres hoy en día se esconden tras la segura mentalidad de ovejas siguiendo un rebaño. Incluso si tienen una nueva idea atrevida, se rehúsan a compartirla por temor a ser tildado de ridículos por parte de sus símiles. Tal vez no llegues a curar el cáncer con cada una de tus ideas, pero existen incontables oportunidades para demostrar coraje intelectual en el trabajo y en nuestra comunidad. Debemos aprender a no preocuparnos por lo que los demás piensen sobre nuestras ideas.

El primer paso para desarrollar coraje intelectual es convertirse en un lector ávido. Trata de leer libros de diferentes épocas, intentando estudiar las ideas que se manejaban en ese entonces. A lo largo de cada periodo de la historia las civilizaciones han pensado que la forma de ver el mundo y actuar es la forma en la que el hombre siempre lo ha hecho. Pero a medida que te familiarices con la historia intelectual, verás cambios dramáticos en las corrientes filosóficas y principios por los que re regían las sociedades en cada era. Esto te dará confianza para no conformarte con formar parte de un sistema o pensar que las cosas no pueden ser cambiadas.

Si eres un estudiante universitario, no aceptes con pasividad todo lo que tu profesor te dice. Haz preguntas, trata de ir más allá. Si tienes una idea en tu trabajo para mejorar algo que consideres necesite ser renovado, habla con tu jefe, o trata de tocar el tema en la próxima reunión que tengas con el. Si ves un problema en tu comunidad, en lugar de quejarte cínicamente, ten el coraje para encontrar una solución. Escribe cartas al editor de una revista, prepara una propuesta para el ayuntamiento en una de sus reuniones, o incluso, postúlate para un cargo público.

Coraje moral

El coraje moral se define como el poder y determinación de seguir los ideales de lo que uno cree que está bien, sin importar lo mucho que cueste, o que tan en desacuerdo estén los demás. Al igual que el coraje intelectual, la historia está llena de hombres que demostraron coraje moral. El primer ejemplo que se me ocurre fue Gandhi. Gandhi fue un hombre que por si mismo consiguió que el imperio británico se arrodillara y logrando su independencia y la de 500 millones de Indios. Sin ejércitos o poder político. De hecho, se le veía casi desnudo y vivía en una casa sin electricidad. Lo que a Gandhi le faltaba en fuerza militar y económica, le sobraba en coraje moral. A través de protestas no violentas, Gandhi logró persuadir al gobierno británico con su coraje para liberar a la India.

Solo necesitas leer el periódico para ver que vivimos rodeados de graves problemas morales. Desde corrupción política y económica hasta situaciones de extrema pobreza y genocidios. Desesperadamente buscamos hombres que no teman a nada, que busquen pelear y ganar estas batallas contra la injusticia. Para lograrlo, necesitamos tener el coraje para levantarnos por encima del cinismo de los medios masivos de comunicación y redes sociales, adoptando una sincera devoción a una noble causa.

Cómo desarrollar coraje moral

El coraje moral significa tener ética y principios inamovibles, incluso en situaciones en las que no sea conveniente e inclusive, cuando parezca perjudicial para nosotros. Lo mejor que puedes hacer para practicar antes que el momento de poner tu coraje a prueba llegue es aplicar todo lo que predicas, incluso en las pequeñas decisiones que tomas todos los días. Cuando te sientas tentado a mentirle a tu jefe para salvar tu pellejo, no lo hagas. Cuando la cajera te de más cambio del que debería darte, devuélvelo. Cuando alguien te presiona para que reveles información confidencial, diles que busquen información en otro lado.

El Coraje moral se basa en la empatía y la compasión, en la habilidad para ponerte en los zapatos de otra persona, entendiendo sus necesidades y dolencias. Si eres un millonario director ejecutivo pero nunca perdiste contacto con los trabajadores comunes, nunca te sentirás tentado a estafarlos. Si trabajas con los más necesitados de tu comunidad, tendrás el coraje para pelear en favor de políticas y programas que les permitan mejorar su calidad de vida.

Así pues, la mejor manera de desarrollar el coraje moral es ofreciendo servicio a los demás. Cuando trabajas con la gente cara a cara, encuentras el coraje para no darles la espalda y pelear por lo que ellos merecen. Te darás cuenta que este coraje no aplica exclusivamente para el grupo al que le prestas tus servicios; notarás además como tu compasión se expande junto a tu valentía para hacer lo que es correcto para la gente en cada situación

El coraje para ser grande

La raíz de la mediocridad utiliza muchas máscaras; usualmente, complacencia, conformismo, odio e ira. Estas máscaras solo esconden la verdadera razón para la falta de grandeza de un hombre: El miedo. Muchos hombres quieren creer que no han conseguido sus metas en la vida porque el trabajo requerido para alcanzarlas es muy aburrido o muy absorbente. La verdadera razón muchas veces es el miedo a fallar. El miedo a descubrir que no se tiene lo que se necesita para lograr su cometido. Si nunca lo intentas, puede que nunca triunfes, pero seguramente tampoco fallarás. Seguir dicho camino hace al hombre unirse a las filas de hombres destinados a vivir y morir en lo que Teodoro Roosevelt llamó “Esas almas frías y tímidas que nunca conocerán la victoria ni la derrota”.

La grandeza reside en la habilidad de un hombre de tomar riesgos con valentía y romper las cadenas de la apatía y la autocomplacencia. Antes de Gerard Butler protagonizara películas como “300” y “RocknRolla”, se encontraba en un camino que parecía muy exitoso. Butler se había esforzado mucho en la escuela de leyes, había sido el mejor de su clase y trabajaba para una prestigiosa firma de abogados en Edimburgo.  Sin embargo, se sentía miserable. Butler recuerda: “Yo sabía dentro de mi que no quería ser un abogado… Había faltado al trabajo tanto que ya me habían dado la última advertencia antes de despedirme. Una semana antes había asistido  ver la obra “Trainspotting” en el festival de Edimburgo y sentí como se rompía mi corazón al ver a un sujeto en el papel protagónico de Renton, pensaba: Yo sé que puedo hacer eso. Falté una vez más al trabajo y me despidieron. Tuve que llamar a mi madre esa noche y contarle lo sucedido: Yo sé que tu pensabas que iba a ser un abogado, pero no va a ser así. Acabo de ser despedido.” Al otro día, Butler hizo su maleta y se fue a Londres. Butler recuerda “Fue como dar un salto en caía libre, pero había algo muy emocionante al respecto. Un día escuché que estaban haciendo audiciones para “Trainspotting”, específicamente para el rol de Renton. No tenía agente, entonces me tomé una foto y escribí mi número en ella. El director me llamó  para una audición, donde leí del libro, interpretando dos escenas, saltando de asiento en asiento; pasé la siguiente media hora convenciéndolo que no estaba drogado. Pude obtener el papel y un año después estaba en Edimburgo presentando “Trainspotting”. Incluso la gente de la firma de abogados fue a ver la obra. Les encantó.” Butler pudo haber enterrado su sueño de actuar y resignarse a ser un abogado. Pero en lugar de eso, tuvo el coraje para arriesgarse. Y vaya que sí tuvo una buena recompensa.

Cómo desarrollar el coraje para ser grande

Como con el resto de clases de coraje, debes empezar con las pequeñas decisiones de tu vida y progresar hasta las más grandes. Empieza a identificar formas en las que el miedo se interpone entre tus metas y tu. Recuerda que el miedo se esconde utilizando diferentes disfraces, por ejemplo: posponiendo planes.

Acaba con los raciocinios que repites cada vez que decides no seguir un camino. Si no has alcanzado tu meta no porque sea poco placentero ó muy difícil hacerlo, sino porque temes intentarlo. Deja de evitarlo y decide tomar el toro por los cuernos. Si temes empezar un nuevo régimen de ejercicios, únete a un gimnasio y contrata un entrenador personal, así no habrá manera de evitar. Si temes hablar en público, ofrécete para dar un discurso en la siguiente reunión de la compañía. Habla con esa chica que te gusta, la que te encuentras en la cafetería hace 6 meses. Asiste a entrevistas para un nuevo trabajo, para remplazar ese que te hace sentir miserable. Inscríbete a la universidad. Solo hazlo. Entre más miedos y retos superes, más coraje y confianza tendrás.

¿Qué piensan? ¿Como pueden los hombres desarrollar valentía? ¿Qué áreas deben fortalecer? No olvides dejar tus comentarios a continuación.

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