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• Last updated: July 11, 2024

Cómo superar un rompimiento como un hombre

Nota del editor: En una publicación pasada discutimos como terminar una relación como un hombre. Pero qué tal si la mujer es quien decide terminar la relación? Hoy mi gran amigo Michael Etzkorn nos comparte consejos indispensables para tratar con un infortunado desenlace para nuestra relación.

Romper con alguien es difícil, bien sea de consentimiento mutuo ó cuando una persona hace el trabajo sucio. Cualquier relación seria que termina siempre dejará como mínimo un corazón roto, incluso los dos. Mi prometida y yo estuvimos juntos por casi cuatro años cuando terminamos nuestra relación; había sido una relación a distancia por algún tiempo y no podíamos ponernos de acuerdo en lo que ambos deseábamos y necesitábamos en nuestro matrimonio. Nuestro rompimiento fue muy cordial y maduro, pero eso no significa que no haya sido doloroso. Afortunadamente, el dolor del corazón se puede soportar si actúas como todo un hombre. Casi todos los consejos que compartiré a continuación son una compilación de buenos amigos y experiencias propias.

Preparándose para el rompimiento

Existe siempre un periodo de tiempo antes del rompimiento en el que uno de los dos empieza a percibir “problemas en el paraíso”. Bien sea una relación corta o de muchos años, siempre existe un camino que recorrer antes de romper con alguien. Este camino se puede recorrer en cuestión de horas o incluso meses. Si alguna vez has oído el término “el suspenso me está matando”, podrás entender que esta es la parte más difícil de cualquier separación. Es por eso que comparto algunos consejos para manejar esta fase:

  • No te comportes de manera diferente a menos que te lo pidan. Tratar de cambiar aspectos de la relación sin saber cual es el problema exactamente solo hará la situación más incomoda.
  • No termines tu relación solo para evitar que te echen a ti primero. Es cobarde, y puedes arrepentirte por terminar una relación que podría tener salvación.
  • No pretendas que la relación se acabó, mucho menos empieces a salir con otras personas. Si quieres terminar, termina. Si es ella quien la termina, se acabó. Hasta entonces, aún tienes obligaciones.
  • Háblale. Esto puede agilizar el proceso, lo cual es bueno. Al mal paso, darle prisa. Si va a suceder, mejor que pase antes y así podrás empezar a sanar tu corazón antes de lo previsto.

El rompimiento

Aquí es cuando la situación se pone fea. Es aquí donde deberás hacer preguntas. Es mejor preguntar ahora, porque luego tal vez quieras tiempo lejos de ella después de romper. También querrás saber exactamente que es lo que tu pareja piensa, en caso que sea algo que puedas arreglar. No olvides realizar preguntas como:

  • ¿Qué podemos hacer para que las cosas funcionen?
  • ¿Qué puedo hacer yo para mejorar las cosas?
  • ¿Por qué quieres terminar la relación?
  • ¿Hay alguien más?
  • ¿Qué puedo hacer para que mis futuras relaciones funcionen mejor?

La clave del rompimiento es la dignidad. Actuar como un patético e infeliz llorón no va a cambiar nada. Tampoco comportarte como un patán grosero y agresivo. Mantén la cabeza en alto, respétala a ella y respétate a ti mismo. Procura ser razonable cuando tratas de averiguar si hay algo que puedas hacer para salvar la relación; recuerda que no es bueno ceder ante demandas u opciones con las que no serás capaz de convivir. En ocasiones me he visto en una situación en la que debo prometer algo con lo que no estoy de acuerdo para salvar una relación, esto no salva la relación; solo te hace incomodo a ti  y cómoda a tu pareja.  Si, puede que aún estén juntos al final, pero ¿A qué precio? Hazte un favor, y hazle un favor a ella: Recuerda tener dignidad.

El desenlace

La gente te dará fórmulas como “sufrirás una semana por cada mes”, pero lo único cierto es que estarás mejor cuando te sientas mejor. Es en este momento donde llorarás tus ojos, visitarás el gimnasio o buscaras acogimiento en el saco de arena que tienes en tu garaje. Recuerda que todo terminó. Ten en cuenta algunas cosas mientras te recompones:

  • Sé razonable. No te unas al ejercito o te afeites la cabeza. No hagas nada peligroso o estúpido de lo que después te arrepentirás. Te garantizo que no la recuperarás rayando palabras soeces en la puerta de su auto. Definitivamente tampoco la recuperarás cortejando a su mejor amiga o empezando una pelea con el hombre que está viendo ahora.
  • Tus amigos y familia estarán ahí para ti. No temas hacerles saber que requieres su apoyo, ya sea acompañándote a cine, saliendo a acampar o solo pasando el tiempo mientras haces tus labores en casa.
  • ¡Mantente ocupado! No necesariamente porque mantenerte ocupado te hará no pensar en ella, sino porque al trabajar en algo nuevo podrás ver nuevos horizontes, obtener nuevos propósitos que harán que la experiencia sea más llevadera.
  • Evítala. No escuches a las personas que dicen que no deberías temer estar cerca de ella. Toma todo el tiempo que necesites para ponerte de pie. Cuando estés listo para volver a ver a esa persona, lo sabrás. Hasta entonces, guarda todas sus fotos y cartas de amor,; de la misma forma como no expondrías una herida abierta al medio ambiente, ¿o sí?
  • No busques dar lástima. Debes aprender a diferenciar entre pasar un mal momento y pasar 8 semanas con el mismo estado depresivo en tu Facebook. No te hará sentir mejor; solo preocuparás a tus amigos que han intentado ayudarte a salir de esa situación.
  • ¡No espíes a tu ex! Mantente lejos de su Facebook o MySpace. Es tentador, pero lo que necesitas ahora es reconstruirte. Tratar de mantener a esta persona en tu vida paseando por su casa, revisando su correo o fisgoneando en sus redes sociales no solo es poco sano, es invadir la privacidad ajena.

La vida sigue. Las cosas mejoran. Probablemente tome un largo tiempo y mucho trabajo. Por encima de todas las cosas, recuerda el respeto que le tienes a la otra persona y tu propio respeto. Mantén tu cabeza en alto y soporta los golpes que recibes.

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