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in: Fitness y Salud

• Last updated: July 11, 2024

10 formas de ser un caballero en el gimnasio

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Quizás es el aumento en la testosterona y la sensación de poder primitivo que acompaña el entrenar en un gimnasio, pero muchos hombres aparentemente dejan sus modales a la entrada del gimnasio. Solo porque estás entrando en contacto con tu bestia interior, no significa que debes convertirte en un idiota desconsiderado. Los gimnasios deberían dar cursos de etiqueta a sus nuevos miembros, pero no lo hacen; permiten que la de hombres no saben como actuar de manera adecuada cuando están entrenando.  Los siguientes son las normas de etiqueta que todos los hombres deberían saber y cumplir. Toman la oportunidad de imprimirla para pegarla en los vestuarios de sus gimnasios locales.

1. Devuelve las pesas a su lugar. Harías una comida en la cocina y dejarías los platos sucios para que alguien más los lave? Si lo haces, probablemente tus compañeros de cuarto ya están planeando echarte de la casa. Demuestra respeto hacia tus compañeros de gimnasio y pon las pesas en su lugar cuando las uses. Pero acomódalas correctamente. Nada me molesta más que  cuando encurntro discos de 25lb junto a discos de 45lbs. Tomate la molestia de poner los discos en orden según su peso.

2. No acapares las máquinas. Siéntate, haz lo que tienes que hacer y vete. Un gimnasio es una comunidad y compartir es un requerimiento. Y no puedes adueñarte de las máquinas poniendo tu toalla encima de ellas. Es difícil no adueñarte de las máquinas cuando haces súper circuitos. Antes de moverte a la siguiente máquina, dile a la persona que va a tomar tu lugar en la máquina que volverás pronto a terminar tu entrenamiento de circuito.

3. Pide ayuda. Si estas usando mucho peso, asegúrate de tener a un ayudante. En primer lugar, por seguridad; en segundo, te verás como un idiota luchando contra una barra sobre tu pecho.

4. No das vueltas alrededor. Si bien adueñarte de las máquinas es de muy mal gusto, lo que más me molesta es cuando la gente comienza a rdar vueltas alrededor de la máquina que estoy usando. Esta accion, de manera pasiva-agresiva, te da de entender que quieren que te vayas. Si quieres usar una máquina, espera a que la persona termine antes de acercarte. Después, pregunta educadamente si puedes hacer un set.

5. Limpia el equipo. Estoy  convencido que muchos hombres piensan que los signos de “Por favor limpiar el equipo después de usarlo” aplican para cualquiera menos para ellos. No existe manera de explicar porque un hombre con la camisa sudada termina de usar una máquina y la deja bañada de su sudor. Nadie quiere sentarse en el charco de sudor de otra persona, mucho menos en una capa de sudor de todos los que han usado la máquina durante la tarde. Si mojas una pieza de equipo con tu sudor, límpialo con la toalla. Si sudas profusamente, utiliza además el spray desinfectante que hay en tu gimnasio.

6. No dejes caer las pesas. Cuando has terminado una sesión con las mancuernas, bájalas y ponlas en el suelo como una persona normal. No las sueltes desde tus hombros. Primero, es peligroso, no sabes si hay manos o pies que puedas lastimar. Segundo, es malo para el piso y las pesas. Si bien los gimnasios cuentan con pisos de caucho, soltar las esas desde grandes alturas pueden causar daño. Finalmente, distrae. Soltar las pesas hace mucho ruido que distrae a otros usuarios del gimnasio.

7. No coquetees con mujeres. El gimnasio no es un bar. Allí estás para entrenar, al igual que las mujeres. No las molestes. La mayoría de las mujeres se sienten sudadas y mal arregladas, y a pesar que se llenan la cara de maquillaje, probablemente deberías alejarte; no quieres salir con una mujer que se embarra de maquillaje para ir al gimnasio.

8. No des consejos si no te los han pedido. No importa si conseguiste tu grado universitario en nutrición deportiva y ejercicio, a nadie le interesa lo que tengas que decir de tus abdominales bien definidos. Solo debes interferir si alguien te pide ayuda o se encuentra en un serio riesgo de hacerse daño. Allí si podrás exponer ese mar de conocimiento de entrenamiento que tienes en tu gran cabeza.

9. Deja el teléfono celular en el auto. Nada molesta mas que ver alguien en el gimnasio hablando y hablando por su teléfono mientras están en la banda caminadora. Usualmente las culpables de estos crímenes son las mamás, pero he visto hombres haciéndolo también. Nada es menos masculino que un hombre concentrado en algo diferente de fortalecer y desarrollar su cuerpo.

10. No uses las máquinas para niñas. Ningún hombre debe ser visto en una máquina que trabaje los muslos internos o externos.

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